lunes, 20 de julio de 2015

Las secuelas del atentado contra la Troncal a la Costa


Después del atentado perpetrado al parecer por miembros del Frente 36 de las FARC contra la infraestructura vial en la vereda Las Palomas de Valdivia, que dejó por más de 10 horas cerrada la troncal a la Costa, los habitantes continúan preocupados debido a que su economía gira alrededor de los lavaderos de carros y los viajeros ya no quieren parar por temor a nuevos enfrentamientos.

Por Éder Narváez Sierra
Comunicador Social Periodista

A cuatro días del atentado y de los enfrentamientos entre la Fuerza Pública y las FARC, en los rostros de los habitantes de la zona se evidencia el sufrimiento que han tenido que pasar por la falta de ingresos. Los lugareños, aseguran que anteriormente llegaban cuatro vehículos en el día  y ahora, escasamente llega uno. “Nosotros decimos que acá no llegan los carro por ese atentados. Lo que nos ganábamos era con lo que compramos la comida todos los días y eso nos preocupa” expresó una de las habitantes de la vereda, quien pidió que le protegiéramos  su identidad.

Al llegar a la zona de los ataques se siente un ambiente denso y silencioso que es interrumpido por el sonido de los camiones. Al mirar los cerros de donde los subversivos hostigaron al Ejército produce la sensación de que alguien estuviera vigilando  cada movimiento en la vía. En el suelo permanecen algunos casquillos de balas, que están a la vista y al alcance de los niños que se mueven libremente, al parecer, sin la vigilancia de sus padres.

Doña María, cuya vivienda queda a escasos 50 metros de donde ocurrió la detonación, relata que esa noche del jueves estaba dormida con su nieto y de repente sintió un estruendo que la levantó de la cama. Lo primero que hizo fue agarrarlo e intentar despertarlo pero los intentos fueron fallidos. Después de varios minutos y en compañía de una vecina pudieron reanimarlo. Doña María, afirma que desconoce lo que le pasó a su nieto, además, porque no tiene dinero para llevarlo a un centro médico a que le hagan una  valoración. “El niño pasó el siguiente día con dolor en el pecho. Y nosotros quedamos afectados porque desde que pasó eso yo me acuesto y ya me parece que oigo reventar otra bomba”.

La comunidad afectada pide de manera urgente a las autoridades que realicen brigadas de salud en la vereda para determinar si quedaron con posibles traumas de la onda explosiva.


En el sitio donde fue destruida la carretera solo hace presencia un grupo de jóvenes que con palas y baldes tratan de tapar algunos huecos que quedaron después de la reparación  de la vía. Cada vez que pasa un vehículo, intentan pararlo haciéndole señas con sus manos para que les regalen algo de dinero. Algunos viajeros acuden a su llamado mientras que la mayoría no los determinan, y solo dejan una nube de humo  a su paso, debido a que la vía no ha sido asfaltada en ese tramo.

Según el comandante de la Décimo Primera Brigada del Ejército, el coronel Ulises Figueredo Varón, en la zona hay por lo menos 800 hombres custodiando la vía y patrullando sectores aledaños para tratar de brindarles tranquilidad tanto a los viajeros como a la comunidad. Reconoce que en el sitio del atentado no hay uniformados porque podrían ser blanco de ataques pero que están a escasos metros y listos para reaccionar de manera inmediata ante posibles hostigamientos. “La seguridad tiene que ser de manera abierta y cubierta por eso hay soldado sobre la parte alta y sobre la vía. Les garantizo que tienen un soldado a escasos metros de donde se encuentran”, afirmó el coronel.

Los habitantes de la vereda consideran que la presencia del Ejército en el sitio del atentado generaría más confianza y seguridad entre los viajeros, lo que brindaría mejores condiciones para que se reactive el servicio en los lavaderos de carro.




viernes, 3 de julio de 2015

Próxima semana Partido Liberal daría Aval a Dairo Bedoya
Caucasia

Ha habido muchas especulaciones sobre si el Partido Liberal Colombiano ya otorgó el Aval a algún aspirante a la alcaldía de Caucasia. Recordemos que hay tres aspirantes por esta colectividad: Antonio José Pérez Araujo, Juan Carlos Garcés Estrada y José Dairo Bedoya Hincapié.

El otorgamiento de los avales a los distintos aspirantes en el país ha sido objeto de fricciones en los diferentes partidos políticos. De hecho, ha causado grietas en las relaciones en miembros del  Partido Liberal. Recientemente  la senadora del Partido Liberal, Viviane Morales, presentó la renuncia a la codirección de la colectividad, argumentando que su voz no fue tenida en cuenta para mejorar el mecanismo como se vienen entregando los avales para las elecciones del próximo 25 de octubre.

Aseguró, ante diferentes medios de comunicación, que durante su gestión insistió en la necesidad de obrar con criterios objetivos, transparentes y que permitieran justificar, con razones claras ante la gente, la selección de los candidatos. Su propuesta era acoger criterios de selección “tales como las calidades éticas, la trayectoria pública y privada y los sondeos de opinión”.

 Según ella, “fue imposible lograr la aprobación de estos criterios mínimos y como resultado, muchos de los avales que se están otorgando por el partido responden a otro tipo de razones que no atienden el alto interés público”.

 En algunos lugares, según la senadora Morales, se privilegió únicamente “la voluntad de los congresistas… en un ejercicio lamentable de cacicazgo político”.

Hace dos días, el Veedor Nacional del Partido Liberal colombiano, Rodrigo Llano, le dijo a RCN La Radio que ese movimiento ha vetado a un poco más de 700 candidatos en todo el país, por estar inmersos en investigaciones de distinta índole.

Caucasia no ha sido ajena a esa problemática sobre el otorgamiento de los avales. En el caso de Bedoya, la Sala de Descongestión del Tribunal Superior de Antioquia lo condenó a 10 años de prisión por los delitos de peculado por apropiación y celebración de contratos sin cumplimiento de los requisitos legales.

La investigación está relacionada, según se lee en el fallo del Tribunal, con irregularidades en la celebración de un contrato para carga, transporte y regado de material para el relleno de vías urbanas, suscrito el 18 de enero del 2006 por un monto de unos 100 millones de pesos. Eso ocurrió durante la Administración de Juan Carlos Garcés Estrada, y en la cual Bedoya Hincapié era jefe de Planeación Municipal -y para la fecha de las irregularidades- alcalde encargado.

La condena proferida por la Sala de Descongestión del Tribunal Superior de Antioquia fue apelada por la defensa del procesado y su caso será decidido por la sala de Casación de la Corte Suprema de Justicia, organismo que decidirá en última instancia.

En vista de las muchas especulaciones que hay en Caucasia sobre si ya el Partido Liberal habría otorgado el aval o no, este medio de comunicación se puso en contacto con Dairo Bedoya y este expresó:
“Me acaban de confirmar que la próxima semana me lo entregan Julián Bedoya y Arleth casado...es un hecho!  Gloria a Dios!!!”

Al respecto surgen interrogantes: ¿Otorgará el Partido Liberal este aval aunque todavía no se ha definido la situación jurídica de Bedoya? ¿Será este un caso, en palabras de Viviane Morales, de “un ejercicio lamentable de cacicazgo político”? ¿Podría repetirse lo ocurrido en el 2011 con Benito Pacheco Julio, aspirante por el Partido Liberal Colombiano en Cáceres, quien pese a un fallo inicial de la Procuraduría, apeló, fue a las urnas y resultó ganador, pero que después (y antes de posesionarse) ese Ente ratificó su fallo?


Todas estas preguntas, planteadas al final del artículo, exigen una reflexión seria que le permitan al ciudadano tomar decisiones acertadas a la hora de elegir.