sábado, 22 de junio de 2013

“Todo lo que uno aprende en la vida, algún día le sirve”: Ana María Serna

Una interesante historia de superación se guarda en las instalaciones de la Emisora Cultural de la Universidad de Antioquia, Seccional Bajo Cauca. El Miércoles 5 de junio, el canal regional Teleantioquia destacó su historia en el programa Estudiar Vale la Pena. Para todos aquellos que deseen conocer su historia, este es el enlace a Youtube:http://www.youtube.com/watch?v=g0K2Ff9myU0

Caucasia

Ana María Serna fue durante 10 años la mujer que mantuvo limpios todos los equipos en la emisora de la Universidad de Antioquia en Medellín. Nunca imaginó que con el tiempo se vincularía directamente con esa institución, y menos que, sería la encargada de manejar el equipo técnico de la emisora de la Universidad de Antioquia Seccional Bajo Cauca.  

Ella se presentó a una empresa de aseo solicitando trabajo; fue así como durante un año laboró en Robledo con la Facultad  de Veterinaria. Después, la empresa contratista la trasladó  al Paraninfo donde queda la emisora cultural de la Universidad de Antioquia y allí se quedó  los siguientes diez años haciendo el aseo.

Ella cuenta: “Sacudir los micrófonos, los equipos, al principio me daba temor, pues tenía miedo de tocar algo y que se dañara; o peor aún, que dejara a la emisora fuera del aire. Porque inconscientemente uno hace dañitos como que se desconecte algún cable o algo así –sonríe al recordarlo-. Con el tiempo uno aprende qué se puede tocar y qué no.”

Durante todo ese tiempo por la emisora pasaron muchos monitores que ahora son periodistas tanto allí mismo como en diversos medios de comunicación. Ana María recuerda: “Todos fueron muy queridos conmigo, me manifestaron mucho cariño. Me sentía como en familia y como si la emisora fuera mi casa.” William González  -operador del F.M. en El Paraninfo- fue el primero que le ayudó a acercarse a los medios.  Esto le llamó la atención, pero no se imaginó que alguna vez pudiera trabajar en esto.
“Nunca sentí la necesidad de salirme de ahí, pues me sentía muy cómoda. Nunca me miraron como la señora del aseo, allá me valoraron muchísimo; siempre me pedían el favor, me hablaban de forma muy amable – rememora ella-”.

La empresa con la que trabajaba quiso trasladarla de sede, pues llevaba 10 años laborando en el mismo sitio, y la pasaron para la Ciudad Universitaria donde trabajó siete meses, pero le hacía falta la emisora, “su gente, su familia”, como lo dice ella.

Para ese mismo tiempo, en Caucasia, el técnico de la emisora de la Seccional renunció, y por ello, se necesitaba alguien que supliera dicha necesidad. Había que participar en una convocatoria pública y pasar por diversas pruebas. El resultado sería una vinculación directa con la Universidad y una mejor remuneración económica. La convocatoria fue el 26 y 27 de julio, y el 27 de agosto se entregaron los resultados.  

Para Ana María esa fue una magnífica oportunidad. Sin embargo, no se sentía capacitada, y por eso, gracias al estímulo de “sus familiares” de la emisora, recibió la motivación suficiente para lo que vendría.  Decidió preparase a conciencia,  y  por ello, todos los días de lunes a viernes -apenas terminaba sus labores- se dirigía a la emisora de siete a diez de la noche para aprender lo suficiente y superar las pruebas técnicas que afrontaría. Fueron dos meses de arduo trabajo que brindaron sus frutos al ganarse el puesto. Sus amigos de la emisora le descargaron diversos programas a su computadora para que “cacharreara”,  y ella aprovechaba los fines de semana en su casa para practicar.

Ella cuenta los resultados de sus esfuerzos.  “Mejoré de empleo, sin desmeritar lo que con tanto empeño y gusto hice durante los pasados diez años; le di un cambio a mi vida; tuve la oportunidad de estudiar, de aprender más, y, por ello, de ofrecerle más a mi familia. Aproveché  la oportunidad que me dio la vida, mis compañeros, la jefa, que con tanto cariño y paciencia me ayudaron, sin ellos no lo hubiera logrado. ”
El seis de septiembre de 2012  se vinculó con la Universidad de Antioquia,  y lleva cuatro meses al frente de la parte técnica de la emisora de la Seccional del Bajo Cauca. “De Medellín todavía me llaman para preguntarme cómo me está yendo- cuenta entusiasmada-, y se ofrecen para colaborarme en  lo que puedan. Igual pasó con los operadores de audio de todas las regiones, quiénes están dispuestos a orientarme en  cualquier inquietud o dificultad que se me presente”.

Este año, comenzó con un nuevo reto.  Desde el 28 de enero está estudiando en el Sena Caucasia, Técnica en Nómina y Prestaciones Sociales, de lunes a viernes todas las tardes  de cuatro  a diez de la noche,  y los sábados de ocho de la mañana a seis de la tarde. Ana María puntualiza su sentir sobre la vida: “La educación a uno no le sobra, todo lo que uno aprende en la vida, algún día le sirve”.



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