viernes, 2 de noviembre de 2012

Confederación de Mineros cuestiona estrategia contra el crímen en el sector

El Espectador 1 de noviembre de 2012

Confederación de Mineros dice que 'no son criminales'

Por: Sebastián Jiménez Herrera

Ramiro Restrepo dice que proceso de formalización es lento y que hay temor por la afectación que puedan tener en la lucha contra los ilegales. Denuncia que las bacrim los están extorsionando.



Zanahoria y mano generosa para ayudar a la minería artesanal; mano dura y contundente contra la minería criminal. Ese fue el mensaje del presidente Juan Manuel Santos al anunciar las medidas que adoptará el Gobierno contra lo que, según dijo, se ha convertido en la fuente de financiación de los grupos armados ilegales. Sin embargo, la realidad muestra que hoy esa llamada ‘minería informal’ está en medio de las obligaciones con el Estado y las amenazas de la guerrilla y las bandas criminales, como lo expresa en El Espectador Ramiro Restrepo, presidente de la Confederación de Mineros de Colombia.
¿Cómo reciben el anuncio del presidente de tipificar el delito de minería ilegal y combatirla con mano dura?
Nosotros pensamos que no deberíamos preocuparnos porque no somos ni ilegales ni criminales. Lo que sí nos preocupa es que el Gobierno no ha establecido una línea divisoria entre la minería informal, tradicional y ancestral, y la criminal, que la hacen grupos al margen de la ley. Si el Gobierno trazara esa línea divisoria, estaríamos tranquilos, porque estamos en un proceso de formalización, liderado por la Universidad Nacional.
¿Y cómo va ese proceso?
Muy lento y con muchos tropiezos. El Gobierno aceptó a regañadientes implementarlo en el Bajo Cauca, Chocó, Cundinamarca y Boyacá. Y aceptó sentarse a hablar por la inminencia de paros en varias regiones.
¿Temen que se les meta en el mismo saco con los mineros ilegales?
Eso es lo que preocupa. Por ejemplo, el presidente dice que ya tiene listo un proyecto de ley que le va a permitir a la Fuerza Pública destruir maquinaria en su lucha contra la minería criminal y a nosotros nos asusta que de pronto la Policía no haga la distinción y nos afecte. El núcleo del problema es la falta de definición. No queremos ser víctimas de estos procedimientos por culpa de otros.
¿Y cómo ven el anuncio de que se va a restringir el uso de químicos como el mercurio y el cianuro para la explotación?
Estamos de acuerdo. En estos momentos hay una campaña para la sustitución del mercurio. Hay equipos de nueva tecnología para evitar su uso en la explotación de minerales. En lo que al cianuro se refiere, son contados los casos de mineros que lo usan y con ellos también estamos trabajando. Ya le hemos pedido al Ministerio de Minas apoyo para la importación de este tipo de equipos, que los producen en China. Además, estamos capacitando y educando a los mineros, inculcándoles la idea de que no importa tener título y licencia si no hay compromiso con el medio ambiente.
¿Qué opina de las voces que asocian a la minería artesanal con las bandas criminales y el narcotráfico?
Hemos ido poco a poco desvirtuando esa sensación de que somos auspiciadores de criminales y socios de grupos armados al margen de la ley. Ahora, en el Bajo Cauca sí hay grupos que el Gobierno no ha podido controlar y la realidad es que a nosotros, como a todo el mundo, nos están extorsionando. Eso es algo generalizado.
¿Qué debería hacer el Gobierno?
Primero, ponerles seriedad a los procesos de formalización. Todos los que se han iniciado desde 1994 han sido un fracaso. En 2001, con la Ley 685, se presentó un plan de formalización generoso con los mineros, pero las condiciones de violencia y los bajos precios del oro impidieron que el número de solicitudes sobrepasara las 600. En 2010, con el Código Minero, que fue declarado inexequible, se intentó un nuevo proceso. Sin embargo, se recibieron 19.000 solicitudes y el catastro minero colapsó, no soportó la carga. Ahora estamos con unos laboratorios pilotos, trabajando con la Agencia Nacional Minera y las corporaciones autónomas para formalizar cada vez más mineros.
¿Tiene el Gobierno la capacidad de hacer realidad sus anuncios?
Tengo mis reservas. Yo he visto que el Estado no ha sido capaz de combatir a las bandas criminales. Acá en el Bajo Cauca hay una guerra impresionante. Las bandas criminales se están acabando mutuamente y asesinando mucha gente y, mientras tanto, el Estado es indolente. Nosotros los mineros artesanales, informales y tradicionales apoyamos al Gobierno en esto, pero su obligación es controlar a los criminales.
  • Sebastián Jiménez Herrera | Elespectador.com

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