Una
interesante historia de superación se guarda en las instalaciones de la Emisora
Cultural de la Universidad de Antioquia, Seccional Bajo Cauca. El Miércoles 5 de junio, el canal regional Teleantioquia destacó su historia en el programa Estudiar Vale la Pena. Para todos aquellos que deseen conocer su historia, este es el enlace a Youtube:http://www.youtube.com/watch?v=g0K2Ff9myU0
Caucasia
Ana
María Serna fue durante 10 años la mujer que mantuvo limpios todos los equipos
en la emisora de la Universidad de Antioquia en Medellín. Nunca imaginó que con
el tiempo se vincularía directamente con esa institución, y menos que, sería la
encargada de manejar el equipo técnico de la emisora de la Universidad de
Antioquia Seccional Bajo Cauca.
Ella
se presentó a una empresa de aseo solicitando trabajo; fue así como durante un
año laboró en Robledo con la Facultad de
Veterinaria. Después, la empresa contratista la trasladó al Paraninfo donde queda la emisora cultural
de la Universidad de Antioquia y allí se quedó los siguientes diez años haciendo el aseo.
Ella
cuenta: “Sacudir los micrófonos, los equipos, al principio me daba temor, pues tenía
miedo de tocar algo y que se dañara; o peor aún, que dejara a la emisora fuera
del aire. Porque inconscientemente uno hace dañitos como que se desconecte
algún cable o algo así –sonríe al recordarlo-. Con el tiempo uno aprende qué se
puede tocar y qué no.”
Durante
todo ese tiempo por la emisora pasaron muchos monitores que ahora son
periodistas tanto allí mismo como en diversos medios de comunicación. Ana María
recuerda: “Todos fueron muy queridos conmigo, me manifestaron mucho cariño. Me
sentía como en familia y como si la emisora fuera mi casa.” William González -operador del F.M. en El Paraninfo- fue el
primero que le ayudó a acercarse a los medios.
Esto le llamó la atención, pero no se imaginó que alguna vez pudiera
trabajar en esto.
“Nunca
sentí la necesidad de salirme de ahí, pues me sentía muy cómoda. Nunca me
miraron como la señora del aseo, allá me valoraron muchísimo; siempre me pedían
el favor, me hablaban de forma muy amable – rememora ella-”.
La
empresa con la que trabajaba quiso trasladarla de sede, pues llevaba 10 años laborando
en el mismo sitio, y la pasaron para la Ciudad Universitaria donde trabajó
siete meses, pero le hacía falta la emisora, “su gente, su familia”, como lo
dice ella.
Para
ese mismo tiempo, en Caucasia, el técnico de la emisora de la Seccional
renunció, y por ello, se necesitaba alguien que supliera dicha necesidad. Había
que participar en una convocatoria pública y pasar por diversas pruebas. El
resultado sería una vinculación directa con la Universidad y una mejor
remuneración económica. La convocatoria fue el 26 y 27 de julio, y el 27 de
agosto se entregaron los resultados.
Para
Ana María esa fue una magnífica oportunidad. Sin embargo, no se sentía
capacitada, y por eso, gracias al estímulo de “sus familiares” de la emisora,
recibió la motivación suficiente para lo que vendría. Decidió preparase a conciencia, y por
ello, todos los días de lunes a viernes -apenas terminaba sus labores- se
dirigía a la emisora de siete a diez de la noche para aprender lo suficiente y
superar las pruebas técnicas que afrontaría. Fueron dos meses de arduo trabajo que
brindaron sus frutos al ganarse el puesto. Sus amigos de la emisora le
descargaron diversos programas a su computadora para que “cacharreara”, y ella aprovechaba los fines de semana en su
casa para practicar.
Ella
cuenta los resultados de sus esfuerzos. “Mejoré
de empleo, sin desmeritar lo que con tanto empeño y gusto hice durante los
pasados diez años; le di un cambio a mi vida; tuve la oportunidad de estudiar, de
aprender más, y, por ello, de ofrecerle más a mi familia. Aproveché la oportunidad que me dio la vida, mis
compañeros, la jefa, que con tanto cariño y paciencia me ayudaron, sin ellos no
lo hubiera logrado. ”
El
seis de septiembre de 2012 se vinculó con
la Universidad de Antioquia, y lleva
cuatro meses al frente de la parte técnica de la emisora de la Seccional del
Bajo Cauca. “De Medellín todavía me llaman para preguntarme cómo me está yendo-
cuenta entusiasmada-, y se ofrecen para colaborarme en lo que puedan. Igual pasó con los operadores
de audio de todas las regiones, quiénes están dispuestos a orientarme en cualquier inquietud o dificultad que se me
presente”.
Este
año, comenzó con un nuevo reto. Desde el
28 de enero está estudiando en el Sena Caucasia, Técnica en Nómina y
Prestaciones Sociales, de lunes a viernes todas las tardes de cuatro a diez de la noche, y los sábados de ocho de la mañana a seis de
la tarde. Ana
María puntualiza su sentir sobre la vida: “La educación a uno no le sobra, todo
lo que uno aprende en la vida, algún día le sirve”.
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