Por Rober Aurelio Nieto Álvarez
Comunicador Social Periodista
Comunicador Social Periodista
Cuando casi agonizaba el año 2009, durante la gobernación de Luis Alfredo Ramos Botero, Caucasia y el Bajo Cauca comenzaron a soñar con un nuevo hospital, uno con mayor capacidad de servicios, incluso se anunció que sería un hospital de tercer nivel. Con ese fin, la Gobernación de Antioquia compró un lote por valor de 650 millones pesos cerca al Aeropuerto Juan H. White de Caucasia, y se dio inicio a todo el proceso para lograr el cometido. Para entonces, el gobernador Ramos Botero expresó que, “esperamos estar inaugurando el hospital para agosto de 2011”.
En 2010 se inició la primera fase de la obra que fue entregada a finales de 2011. Esta fase incluyó la obra negra de 15.200 metros cuadrados construidos y con un área de urbanismo de 12.040 metros cuadrados. El costo total de esa fase fue de 14.154 millones de pesos ($14.154.000.000). La administración de Luis Alfredo Ramos se quedó sin recursos para continuar las obras, hecho que rotuló al proyecto como "elefante blanco".
Ramos Botero culminó su período (2008-2011) dejando la construcción paralizada.
Entonces llegó la era de Fajardo Valderrama a la Gobernación de Antioquia. Al principio hubo reparos sobre la obra debido a ciertas anomalías que se habían presentado en su primera etapa. La cercanía con el Aeropuerto y con un tubo de Ecopetrol, fueron algunos de los impases iniciales. Además, hubo que solicitar a la Universidad Nacional la revisión de los planos, los cuales requirieron ajustes, haciéndose claridad en que, el nuevo hospital brindaría servicios de segundo nivel, y algunos de tercer nivel.
En ese tiempo, también se aclaró que este no sería un nuevo hospital, uno diferente a la E.S.E. Hospital César Uribe Piedrahita –HCUP-, sino que serían las nuevas instalaciones para el trasladado del HCUP- cuyas edificaciones no dan abasto para atender la creciente población, así como el hecho de que su infraestructura actual no cumple con la normatividad de sismo resistencia. Después de superarse esos impases, “La más educada” aportó un monto de 2.500 millones de pesos ($2.500.000.000) para la culminación de esta obra necesaria para la región, y en diciembre de 2013 se inició la construcción de la fase dos.
Sin embargo, se hizo necesario gestionar ante el Ministerio de Salud, recursos para su terminación y posterior dotación. La Gobernación de Antioquia, en cabeza de Fajardo, logró que el Ministerio entregara dichos recursos.Sin embargo, quedó un sin sabor, pues aunque la encargada de la obra era la Gobernación de Antioquia, los 25.800 millones de pesos ($25.800.000.000) girados por el Gobierno Nacional se entregaron directamente al Hospital César Uribe Piedrahita –HCUP-, hecho que generó suspicacias en un gran sector de la comunidad.
Por una parte, porque el Gobierno departamental (sumado lo dado por Ramos y Fajardo) había invertido unos 39.000 millones de pesos ($39.000.000.000) en el proyecto, por lo que se esperaba que se le hiciera entrega de los recursos faltantes a la Gobernación para completar la obra. Y por otro lado, porque para entonces, al interior del HCUP algunos empleados presentaron quejas sobre situaciones de tinte político que afectaban el normal desarrollo de la institución. Algunos casos específicos conocidos por este periodista, daban cuenta de que en ese año, 2015, que fue un año electoral, al parecer se manejaban ciertos contratos para favorecer a un candidato afín con las políticas al interior del Hospital, pues era cuñado del gerente Orlando José Rodríguez Álvarez.
Esta situación contribuyó a más demoras en la construcción del nuevo hospital, de hecho, en el mes de septiembre hubo una parálisis completa de las obras. En noviembre de ese año, notas de prensa hacían alusión a esta problemática, lo que de hecho generó la alerta de la Alcaldía de Caucasia, en cabeza de José Nadín Arabia Abisaac, que "advirtió un riesgo por el manejo del dinero".
Sin embargo, el gerente del Hospital, Orlando José Rodríguez, tratando de acallar esas voces discordantes, dio un parte de tranquilidad sobre los trabajos y el proceso contractual. Añadió que en enero se adjudicaría la obra faltante, luego de su licitación, y en julio de 2016 se ejecutaría. También expresó que “luego de notificársele el traslado de la Gobernación al Hospital, los 25.800 millones de pesos están seguros, en una cuenta específica y no se pueden tocar”.
Para entonces, Rafael Nanclares, secretario de Infraestructura de Antioquia, confirmó que el dinero para terminar la obra ya había entregado a las directivas del Hospital quienes tendrán que hacer un proceso de contratación nuevo y terminar lo que falta: equipos y obra blanca.
El 27 de agosto de 2015, el Club de Leones de Caucasia asumió de manera espontánea la Veeduría y Auditoria ciudadana para acompañar el proceso de construcción del Hospital regional. Con ese propósito, enviaron una carta el 9 de octubre de ese año, donde le solicitaban a Orlando José Rodríguez, Gerente de la ESE Hospital Cesar Uribe Piedrahita, “el cronograma de trabajo para el recibido de dicha obra teniendo en cuenta que la obra debía de entregarse en julio del 2016.” En vista de que no obtuvieron respuesta en el transcurso de dos meses, enviaron una segunda carta, el 10 de diciembre del mismo año, donde le reiteraban “que presentara el cronograma que se ha planteado para la ejecución de la obra física del nuevo Hospital Regional Bajo Cauca.”
Esa no fue la única situación que afectó el buen acompañamiento que realizó el Club de Leones, como se puede leer en el comunicado que dieron a conocer entonces.
Por su parte, la Cámara Colombiana de Infraestructura -CCI- cuestionó el proceso de licitación para la construcción la etapa final de esta importante obra para toda la región.
La CCI advirtió que "en caso de seguir con el actual proceso se estaría impidiendo la participación de empresas o consorcios que se encuentran en capacidad de ejecutar el contrato, por lo que solicitó a las directivas y organismos de control, suspender la licitación para que no quede en manos de un solo oferente".
“El conjunto de exigencias referentes a la capacidad financiera y capacidad organizacional establecidos en el pliego de condiciones, excluyen del proceso al 95,2 % de las empresas del sector a nivel nacional, presentándose así una restricción a la participación plural de oferentes, de empresas con sobrada capacidad para ejecutar el contrato”, indicó ese gremio.
Además, la CCI denunció que los pliegos fueron publicados un jueves a las 6:09 p.m. y la audiencia, con asistencia obligatoria, la establecieron para el día siguiente a las 8:00 a.m. “Se programa en un municipio a 285 km de distancia desde Medellín y 690 km de distancia desde Bogotá, donde tienen sus sedes la mayoría de las empresas con la capacidad, idoneidad e interés de participar en una obra de este tipo”, aclaró la CCI.
Este señalamiento aumentó el manto de dudas que se venía generando sobre presuntas irregularidades, y esas dudas persistieron, a pesar de que la Procuraduría Provincial, sede de Yarumal señalara “que tras la revisión a todas las actuaciones de la convocatoria hasta el día 26 de febrero de 2016 se concluyó que se rige por el estatuto de contratación.”
Para todos aquellos que conocen los artificios y maneras de burlarse del sistema de contratación pública, es fácil entender lo que se venía presentando alrededor de todos esos jugosos contratos.
Lo cierto fue que el 17 de marzo de 2016, el periodista Óscar Danilo Rodríguez publicó un artículo en el periódico Tierra Caliente, que intitulaba: “Advierten «sobrecosto abismal» y temen parálisis de la obra. ¿Se acaba la transparencia? Orlando Rodríguez dice que en diciembre se termina la obra.” * Esta afirmación del Gerente del HCUP resultó siendo falsa.
En dicho artículo el periodista escribió: “Los integrantes de la auditoría y veeduría ciudadana que hacían seguimiento a la construcción de la tercera etapa del nuevo hospital regional César Uribe Piedrahita, renunciaron irrevocablemente de ese compromiso honorífico al argumentar que no encontraron acompañamiento por parte de los entes de control, como la Gobernación, las secretarías de Salud e Infraestructura. Los veedores hacen parte en su mayoría del Club de Leones de Caucasia, cuya prestancia moral y transparencia ciudadana nadie pone en tela de juicio. Esto es una mala noticia porque, como lo advierten los dimitentes, en las condiciones en que se lleva a cabo el proceso sobrevendría un alto sobrecosto poniéndose en peligro el cronograma de ejecución de las obras.”
El “Alto sobrecosto”, y “poniéndose en peligro el cronograma de ejecución de las obras” parecieron ser palabras proféticas. Lo cierto fue que llegó diciembre de 2016, y nada que se terminó la obra.
Para el 30 de octubre de 2017, según informes, se decía que las obras estaban en un 86 % de ejecución. Según cifras entregadas por la Asamblea de Antioquia, hasta ese momento la construcción del nuevo hospital "le ha costado al Estado colombiano alrededor de 69.000 millones de pesos, incluido el terreno que se compró por la Gobernación de Antioquia”.
Pasó entonces casi un año más. De hecho, el 28 de octubre de 2017, el periódico El Mundo de Medellín publicó una nota sobre la construcción del Hospital. “Ha recibido una inversión pública de 69 mil millones de pesos y la obra avanza en un 86 % en su ejecución”, expresó este medio. Obviamente, cada año que ha pasado aumentan los costos necesarios para completar y poner en funcionamiento la nueva sede del HCUP.
Sin embargo, se necesitan más recursos. En declaraciones a EL COLOMBIANO, el entonces secretario de Salud de Antioquia, Héctor Jaime Garro, estimó que para la dotación de la nueva sede del Hospital se necesitarían aportes por $12.000 millones ($12.000.000.000), teniendo en cuenta que los actuales equipos médicos del HCUP serían trasladadas a la nueva sede. Por su parte, Alcides Osorio, subdirector administrativo y financiero del hospital, en declaraciones a medios de comunicación, considera que dichos recursos ascenderían a los $20 mil millones ($20.000.000.000).
Afortunadamente, el Ministerio de Salud y Protección Social se comprometió a entregar los recursos que corresponden para la dotación de equipos biomédicos y mobiliarios para los servicios de: urgencias, hospitalización, cirugía, central de esterilización, consulta general y especializada, odontología, promoción y prevención, laboratorio y servicio farmacéutico.
Estamos seguros, (y es el anhelo de toda la comunidad) de que en este año (2019) concluya todo el suplicio para muchos pacientes con la puesta en funcionamiento de las nuevas instalaciones hospitalarias. Y lo afirmamos porque el 2019 es un año electoral, donde los politiqueros echan mano de todos los recursos habidos y por haber, cueste lo que cueste, y el gobernador de Antioquia, Luis Pérez Gutiérrez, hará todo lo que se requiera para inaugurar con bombos y platillos la nueva sede del Hospital César Uribe Piedrahita. Las dudas sobre presuntas irregularidades (detrás de bastidores) en las contrataciones quedarán poco a poco en el olvido, mientras todos hablarán de las imponentes nuevas instalaciones del HCUP, y las nuevas atenciones en salud. Por su parte, saldrán los protagonistas, que pregonarán a los cuatro vientos su gran logro, y para su satisfacción y ego, quedarán inscritos sus nombres en la histórica placa inaugural.
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