Como habitante de esta región, y con el sentir comunitario que me mueve a ejercer la profesión de periodista, no puedo menos que tratar de desenmascarar todas esas triquiñuelas politiqueras que corroe las bases de la democracia, en especial en nuestra región, y deseo que la comunidad esté alerta contra el intento que hacen unos pocos para manipular la Opinión Pública.
Por Rober Aurelio Nieto Álvarez
Comunicador Social Periodista
Desde hace algunos días empezaron a circular en las redes
sociales resultados de “encuestas” engañosas, manipuladas, que lo que buscan es
condicionar o inducir a la opinión pública al apoyo a ciertos candidatos.
Lo
cierto es que, en esta época preelectoral, cuando cada uno de los candidatos y
sus allegados tienen tantos intereses personales en su afán por alcanzar el
poder, muchos utilizan cualquier estratagema para tratar de influenciar la
opinión pública, sin que les importe utilizar la manipulación y el engaño, pues
según su punto de vista, lo más importante es ganar adeptos -y votos- que de otra
manera no podrían conseguir. Una de las maneras como lo hacen -igual que en el
pasado- son las famosas “ENCUESTAS
Y SONDEOS SOBRE OPINIÓN ELECTORAL”. Estas tienen como propósito indagar las tendencias del electorado sobre los
candidatos para las elecciones y a obtener información que puede incidir
directa o indirectamente en la opinión pública, al mostrar el grado de apoyo
ciudadano a los candidatos o preveer el resultado de la elección.
Estas “Encuestas” son legales como parte de la
libre expresión que cada uno de nosotros poseemos, por tanto, ¿dónde podría
radicar el engaño o manipulación? Para entender el asunto, hay que tomar en
cuenta que la Ley regula la publicación de los resultados de las encuestas. En
este caso, la Resolución 0023 de 1996 del Consejo Nacional Electoral -CNE- señala
que al publicarse los resultados de estas “Encuestas” deben contener varios
datos claves, a esto se le llama “Ficha Técnica”; estos datos sirven para que
la audiencia, lectores y cualquier otra persona tengan claridad sobre la misma.
Me
gustaría remitirme a algunas de esos datos que debe acompañar a la encuesta y
haré algunos comentarios.
“¿Quién la
realizó y/o encomendó?, “¿Quién la financió?”
Son muy importantes las respuestas a estas
preguntas, pues “muchas veces” las “encuestas” suelen favorecer al político que
la encomendó, la financió; y el que “realiza” la “encuesta” es amigo, simpatizante
o simplemente cobra para darle publicidad al candidato que pone la plata para
la encuesta tratando de manipular la
Opinión Pública.
“¿Cuántas
personas fueron encuestadas?”
No es lo mismo indagar a 100 personas que a
1.000, sin embargo, cuando se habla solo de porcentajes se trata de “inducir” la creencia de que la mayor parte de la población
votaría por el candidato x, cuando la realidad es que solo participaron dos o
tres allegados al candidato.
“¿Qué área (universo geográfico
población) fue encuestada?”
Debe aparecer el dato sobre la población a la que se encuestó;
por ejemplo, personas de 18 a 50 años; personas de 18 a 40 años, etc. Esto es
clave porque dependiendo de la población las respuestas pueden variar.
“¿Qué
preguntas concretas se formularon?”
La manera de formular una pregunta pudiera inducir la opinión;
si esta se basara en una serie de fotografías de candidatos, el orden en que
aparecen las fotos también pudiera incidir en la respuesta. Desde la misma
formulación de las preguntas se puede estar haciendo la manipulación.
“¿Qué técnica de recolección de
datos fue utilizada?”
Hay que explicar la metodología utilizada en la encuesta; si fue
persona a persona, vía telefónica, consulta a través de las redes sociales o
por correo electrónico. El método puede hacer que haya resultados muy
diferentes.
“¿Cuál fue el período de tiempo
en que se realizó?”
Es importante aclararse el tiempo en que se hace la encuesta,
pues la opinión pública es condicionada por hechos o noticias relacionadas con
los candidatos, miembros del equipo de trabajo de cada uno de ellos, entre
otras posibilidades. Por esta razón, los resultados de dos encuestas pueden
variar, depende del tiempo en que se haga.
“¿Cuál es el margen de error calculado?”
Este representa la cantidad aproximada de variación que se puede
esperar si se utiliza la misma encuesta con una muestra diferente, y hay forma
matemática para determinarla (eso puede ser un tema para otro artículo).
¿Serían confiables los resultados de una “encuesta” que no
contengan esos datos básicos?
La respuesta categórica es NO, lo que es más, es una clara
violación a la Ley. La Resolución antes mencionada señala: “Todas las encuestas
y sondeos de opinión de carácter electoral, al ser publicados o difundidos
tendrán que serlo en su totalidad y deberán indicar expresamente la persona
natural o jurídica que los realizó o los encomendó, la fuente de su
financiación, el tipo (procedimiento utilizado para seleccionar las unidades
muestrales) el tamaño de la muestra, el tema o temas concreto a los que se
refiere, las preguntas concretas que se formularon, los candidatos por quienes
se indagó, el área (universo geográfico población), la técnica de recolección
de datos utilizada (persona a persona, telefónica o por correo) período de
tiempo en que se realizaron (fecha del trabajo de campo) y el margen de error
calculado.”
¿Puede haber alguna sanción para los que pasen por alto esta
normatividad?
La
Resolución expresa que “el Consejo Nacional Electoral sancionará a las personas
naturales o jurídicas que realicen o divulguen encuestas o sondeos de opinión
de carácter político o electoral, sin el lleno de los requisitos legales, con
multa de Veinticinco (25) a cuarenta (40) salarios mínimos mensuales entre
otros, incluso, hasta con el cierre de un medio de comunicación si fuera este
el responsable de incumplir la normatividad.”
Les digo a los que quieren manipular a la comunidad: ¡RESPETEN!
Y si es candidato: ¡GANE CON TRANSPARENCIA! ¡DEMUESTRE AHORA LA MANERA COMO
ADMINISTRARÁ CUANDO SEA ELEGIDO!