Algunos expendedores de carne, a pesar de estar sellado el mercado ´público siguen laborando en medios de condiciones insalubres. La Alcaldía no les brinda alternativas. Foto: Yonis Albino Arenas. |
Nechí, Antioquia.
Por los corresponsales Yonis Arenas Moreno y Leonidas David Ozuna
Camargo
El Mercado Público Municipal de Nechí se terminó de
construir en 1989, y en ese año entró en funcionamiento, siendo el principal
centro de comercio menudo, en el que se expenderían los productos principales
de la región y el único centro de abastos del pueblo. Estaba inicialmente compuesto por tres áreas
de comercio de granos, víveres y verduras; en general, alimentos de primera
necesidad. También tenía un área de carnicería de unos 35 metros de largo por
10 de ancho. Los locales fueran dados en calidad de arrendamiento. El alcalde de entonces era el señor Alberto Romero.
“Al principio todo marchó muy bien, yo pagaba mi
arriendo y el impuesto de Industria y Comercio, pero con el tiempo el mercado
empezó a dañarse y no hubo quién le metiera mano”, comenta la señora Nedys
Castillo, quien aún conserva desde hace 22 años su local para la venta de
verduras, y el cual le sirve a la vez de casa, porque no tiene donde vivir. “Si
el mercado lo quitaran como son los comentarios que hay, yo quedaría en la
calle, desplazada; con este negocio he criado mis tres hijos”. La señora Castillo sigue expendiendo sus
productos, a pesar de que el Inspector de Sanidad le selló el negocio por no
cumplir con las condiciones de salubridad requeridas. “Pues uno quisiera cumplir –continúa
ella- pero la verdad es que este negocio
ya no da pa‘ tanto, hasta el mismo Inspector compra aquí.”
Durante la primera década de existencia del mercado,
todo pareció ir bien, pero con los años las instalaciones empezaron a
deteriorarse sin que hubiera mantenimiento del mismo. Hoy en día encontramos una estructura
enclavada en la parte más alta del centro del municipio, alejado de los
principales puertos y parte de sus
estructuras fueron removidas para construir la casa de justicia. Además el paso
del tiempo trajo consigo nuevas dinámicas de comercio para el Municipio, por lo
que el mercado público fue quedando poco a poco rezagado, pues casi en su
totalidad el comercio de víveres y abarrotes fue traslado a los lugares más
cerca de los puertos y el mercado público perdió interés para los compradores.
La carnicería se encuentra en pésimas
condiciones físicas, lo que no garantiza
la salubridad de los productos que allí se venden, siguen funcionando cuatro
mesas con la venta de carne fresca, eso pese a estar sellado por el coordinador
local de sanidad. “Considero que es
deplorable el estado actual de la carnicería, no hay ni luz ni agua, tomamos el
agua de una alberca que esta fuera”, expresó el señor Gerardo Arévalo Jiménez,
uno de los que siguen trabajando allí.
La situación de la carnicería empeoró durante la
administración del señor Miguel Franco.
El matadero del Municipio fue demolido, pues cuando se construyó no se
tuvo en cuenta que estaba cerca de un humedal.
A partir de entonces los expendedores de carne construyeron un local en
otro lugar y allí realizan el sacrificio de los animales.
Otros comerciantes del mercado, como el señor Manuel
Ortega, han optado por cambiar los artículos de venta, inició con la venta de
verduras, luego paso a vender ropa, y en la actualidad tiene una
mueblería. “Yo tomé el local arrendado
en el 2001 –cuenta él-, durante la administración de Marcos Madera; esto no
tenía ni luz ni agua, yo mismo se la puse y ahora vivo aquí”. Pese a que su local también está sellado, él
sigue trabajando igual, a la espera de una reubicación o una remodelación del
mercado.
Hasta el momento la Administración Municipal no
tiene una decisión sobre este tema y está analizando las alternativas. “Lo que
se hará es estudiar el caso para plantear la mejor opción, sea esta trasladar
el mercado a un sitio más pertinente o
realizar una adecuación”, es la declaración del secretario de Planeación
Municipal, Camilo Montoya, quien expresó no estar muy informado sobre el tema,
pues hace solo una semana asumió el
cargo.
Mientras tanto,
la Alcaldía ha sellado todos los locales del mercado, con el argumento
de hacer demolición de estas estructuras para construir allí el Palacio
Municipal. Sin embargo, las personas que ocupan estos locales no han desalojado
porque la administración municipal no les ofrece alternativas de trabajo. Lo
cierto de esto, es que la administración actual no ha sido clara con lo de ese
proyecto, del rumbo que tendrá, costos, inicio de la obra, nada que dé indicios
que hay una planeación seria sobre éste proyecto. Mientras tanto, la situación
del mercado municipal sigue crítica.
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